Colores, olores y sabores de la Huerta de Alicante. Siglos XVIII-XIX

Siglos XVIII-XIX

«Colores, olores y sabores de la Huerta de Alicante»

Texto elaborado por: Verónica Quiles López

Durante el siglo XVIII y XIX las tierras alicantinas fueron visitadas por diversos botánicos extranjeros que herborizan nuevas especies interesantísimas. Los estudiosos del Real Jardín Botánico de Madrid, el valenciano Antonio José Cavanilles, en 1797, recorre toda la provincia y realiza su viaje por el Reino de Valencia publicando su notable obra Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia. Por su parte, el zaragozano Manuel Mariano La Gasca, en septiembre de 1810, pese a permanecer apenas un par de meses, fue destinado en Alicante como médico de las Milicias Nacionales, donde tuvo la oportunidad de estudiar las plantas barrilleras de Alicante que publicaría más tarde, en 1817, en la extensa obra Memoria sobre las plantas barrilleras de España. Ambos mantuvieron una estrecha relación personal y una fructífera actividad profesional en el ámbito naturalista.

Barrilla encontrada por el cauce del Monnegre. 2022. Imagen de Miguel Martínez. | Barrillas encontradas en la rambla de Orgegia. 2021. Imágenes de Verónica Quiles. |

No es posible negar los grandes servicios que prestan y han prestado los Jardines Botánicos a la enseñanza, agricultura y al comercio. La historia de muchas plantas pertenecientes a países remotos y trasladadas al nuestro, dice el gran valor de estos centros que sirvieron de práctica científica. Durante la Ilustración, en 1815, el Real Consulado Marítimo y Terrestre de Alicante promovió la construcción en la ciudad de un jardín botánico-agrícola con motivo de la creación de la Cátedra de Agricultura y Botánica, que sirviera como centro de estudios donde enseñar los adelantos en este campo a la aristocracia y burguesía. Será el prestigioso agrónomo Claudio Boutelou quien trabajó en el Jardín Real de París y en el Jardín de Mr. Lodigges en Londres que, a su regreso a España y tras pasar por el Jardín Botánico de Madrid, en 1816, se traslada a Alicante para ocupar la nueva plaza de profesor de la Escuela de Agricultura, completándose esta, con las de Dibujo, de Náutica y de Comercio. En la inauguración del curso pronunció su Discurso acerca del origen y progresos de la agricultura.  Él será el encargado de poner en marcha el Real Jardín Botánico de Alicante, donde el Consulado había comprado dos haciendas al W de la ciudad, proyecto que estará estrechamente vinculado a la Huerta de Alicante como semillero y vivero de plantas y centro de instrucción para la agricultura en general. 

Claudio Boutelou realizó un plano con su descripción detallada:

«…El señalado 1 es un terreno de secano, que tan solo se puede regar con las aguas de las avenidas fuertes, el destinado para plantarle de almendros, reuniendo todas las especies y variedades. El 2 es el Jardín de Flores, con las especies y variedades de plantas que sirven de adorno en los Jardines; allí mismo se formará una colección de todas las especies de naranjos, limones y demás agrios que se conocen en el reyno de Valencia; y todo alrededor se formará un emparrado, con las variedades más apreciables de las uvas que sirven para comer; el 3 le destino a criadero de árboles; el 4, de secano, diversas variedades de algarrobos del país. Este árbol es el más apreciable y productivo de cuantos se cultivan en el reyno de Valencia: se da igualmente bien en los terrenos de regadío y de secano, y conviene promover su plantío por todos los medios posibles para que desaparezcan muchos de los eriales y campos incultos y abandonados que por desgracia se ven con tanta frecuencia en este país; en el 5 están las especies y variedades de granos frumenticios; el 6 es la escuela de agricultura y botánica, con las plantas útiles en agricultura, artes, comercio y medicina, distribuidas por clases, órdenes, géneros, especies y variedades, poniendo delante de cada una su tarjeta de hierro con su nombre científico y vulgar, para darlas a conocer más fácilmente a los alumnos; y después de demostradas se explicarán sus propiedades y utilidades, y se indicará el método de cultivo correspondiente a cada una; en el 7 las especies y variedades de hortaliza; en el 8 el plantío de olivos, reuniendo todas las variedades que se conocen, y el modo de preservarlas de las varias enfermedades que padecen y de los insectos que las acometen con tanto perjuicio de los labradores; en el 9 las plantas que pueden servir de forraje de los ganados, y para la formación de prados; en el 10 las plantas de viña, para hacer ensayos acerca de su cultivo, de su producto, del modo de hacer el vino; en el 11 las higueras; en el 12 los frutales, y se referirá la sinonimia, la diversidad de nombres vulgares con que se conocen en las varias provincias del reyno; en el 13 la siembra y cultivo de los pinos, y demostrar el método de formar pinares y poblar de árboles los terrenos de secano de este país; el 14 las moreras; las demás calles de este Jardín se plantarán de toda especie de frutales y de parras, para reunir de este modo lo útil y lo agradable; con el tiempo otras divisiones, como una para formar semilleros de árboles de sombra y de arbustos de adorno, otra para el cultivo en grande de naranjos, limones o demás agrios; otra de plantas oleosas, otra para tintes, otra para alcalinas, otra para cebo de ganados».

Plano del Real Jardín destinado para la enseñanza pública de agricultura y de botánica establecido en la ciudad de Alicante, a expensas del Real Consulado de dicha plaza. 1818. AGSCSH, LEG. 369. Archivo General de Simancas.
Plano del Real Jardín destinado para la enseñanza pública de agricultura y de botánica establecido en la ciudad de Alicante, a expensas del Real Consulado de dicha plaza. 1818. AGSCSH, LEG. 369. Archivo General de Simancas.
Jardines de Fabraquer Sur. Sant Joan d'Alacant. Imagen de Miguel Martínez.

Hoy podemos ver que en los recorridos por la Huerta de Alicante la paleta de color la representa sin duda alguna, la buganvilla en sus diferentes tonalidades, fucsia, blanca, amarilla, calabaza… El gusto por el jardín como espacio placentero y de recreo se afianza durante el siglo XVIII y continuará con la nueva élite social del siglo XIX, comerciantes e industriales, principalmente, quienes engalanarán sus fincas y hotelitos de recreo con bellos jardines vestidos con multitud de flores y plantas exóticas. Los jardines están diseñados en su mayoría por un patrón geométrico o paisajístico o combinando ambos, cuyos caminos de agua nutren y dan vida a estanques, albercas y fuentes de estos vergeles, en convivencia con otros espacios como palomares y pajareras para aves exóticas como pavos reales, numerosamente representados en la iconografía modernista.

Jardines de Fabraquer Sur. Sant Joan d’Alacant. Imagen de Miguel Martínez.

John Claudius Loudon, a su paso por Alicante, en 1810, tuvo la oportunidad de visitar la Huerta de Alicante y conocer al que bautizó como el Jardín Botánico de Muchamiel o también llamado Jardín Príncipe Pío al Conde de Lumiares hoy conocida por nosotros como El Conde o La Paz, ubicada en término de Sant Joan. Sin duda, el Conde estaba muy interesado en diversos proyectos de botánica, agricultura y viticultura que hereda de su padre Antonio, como se atestigua en sus publicaciones. Más de 2.000 plantas fueron cultivadas provenientes de América, África o Asia entre las cuales enumeramos algunas: salvia, patatas, berenjenas, galán de noche, cactus, aloes, cestrum, cotyledon, mimosas, mesembryanthemum, aguacates y chirimoyas.

Finca La Paz o El del Conde. Sant Joan d'Alacant. 2021. Imagen de Verónica Quiles.
Finca La Paz o El del Conde. Sant Joan d’Alacant. 2021. Imagen de Verónica Quiles.
Casa del fotógrafo en los jardines de La Paz o El Conde.  2021. Imagen de Luis Caballero.
Casa del fotógrafo en los jardines de La Paz o El Conde. 2021. Imagen de Luis Caballero.

Por otro lado, al N del término de Mutxamel el Marqués de Beniel, dio origen al señorío de Peñacerrada, en cuyo palacio quiso engalanar con bellos y extensos jardines, construidos a partir de 1814 y conocidos por Jardines Peñacerrada. En él se pueden ver las más raras plantas cultivadas en los jardines de los reinos de Valencia y Murcia, como también muchas otras procedentes de los jardines de Francia e Italia, y no pocas de la isla de Cuba, que le enviaron vivas o en semilla. 

Palacio de Peñacerrada. 2020. Imágenes de Pablo Pérez. | Estanque jardines de Peñacerrada, en Mutxamel. 2021. Imagen de Miguel Martínez.

Entre Santa Faz y Sant Joan d’Alacant a orillas del camino de la Cruz de Piedra, pasado la finca de la familia Soto, se encuentra otra hermosa quinta de recreo, llamada de Buena Vista, de la familia del Marqués de Rioflorido. Los Jardines contaban con cenadores, mesa, columpio, estanques de peces de colores y varios gallineros para pavos reales, gallinas de Guinea, tórtolas y otras aves.