El domingo 29 de octubre, un grupo de personas con edades comprendidas entre los 3 y los 70 años realizamos un itinerario familiar para conocer una de los embalses más antiguos de Europa: el pantano de Tibi.
El siguiente texto, elaborado por Carlos Brotons, es un resumen de los principales aspectos de la infraestructura.
EL PANTANO DE TIBI. Agua y piedra. S. XVl
Durante el Siglo XVI hay una transformación sin precedentes en nuestra ciudad, una de ellas fue la construcción del Pantano a finales de la centuria. Ello supuso la ampliación de los regadíos y campos de cultivos, pero no exenta de diversos problemas. Los ingenieros más importantes de la época estuvieron participando en construcción, pero sin olvidar a los que aportaron las trazas básicas: Pedro Cano Izquierdo y Miguel Alcaraz. La ampliación de los terrenos agrícolas fue básica para que el cultivo de la vid se extendiese y con ella la producción del vino. El líquido elemento fue exportado, durante varios siglos a toda Europa, y por consiguiente, nuestro puerto fue punto de referencia.
Las trazas del Pantano, su construcción, fueron realmente novedosas para la época, la pared del mismo, convexa en la dirección de la bajada del agua, aguantaba el empuje de la misma gracias al peso del muro, recayendo el resultado de ambas fuerzas sobre el tercio central de la base de la pared ( Armando Alberola ).
Caminar por el entorno, acercarnos a la pared del Pantano, ver los esfuerzos realizados por hombres y mujeres de la época, supone un aprendizaje difícil de olvidar. Todo ello, en su conjunto, representa los esfuerzos que hubieron que hacerse para mejorar nuestras vidas en épocas difíciles. El Pantano, es un libro de historia impreso en piedra.
Gracias a Carlos Brotons, a la Sociedad Cultural y Deportiva San Blas y al Ayuntamiento de Tibi, por toda su disposición para llevar a cabo esta actividad.